LA RISA COMO TERAPIA
¿Puede ser la risa una medicina? ¿Puede servir cómo tratamiento? ¿Se imagina salir de la consulta de su médico con una receta de este tipo: 3 carcajadas cada 8 horas?
A la risa se le atribuyen innumerables efectos beneficiosos, es por eso que en los últimos años han aparecido a nivel mundial organizaciones dedicadas a la investigación de su aplicación como medicina complementaria.
La risa ejercita y relaja la musculatura y la respiración, estimula la
circulación y el sistema inmunitario, disminuye las hormonas del estrés
y aumenta el umbral del dolor.
A nivel psicológico reduce los síntomas de depresión y ansiedad, eleva
el estado de ánimo, la autoestima, la esperanza, la energía y el vigor,
aumenta la memoria, el pensamiento creativo, la resolución de problemas,
mejora las interacciones interpersonales, las relaciones sociales, la
atracción y la proximidad; aumenta la amigabilidad y la colaboración,
facilita la identidad de grupo; contribuye al bienestar psicológico, mejora la calidad de vida, intensifica la hilaridad y es muy contagiosa. Además sus efectos secundarios son mínimos.
Con el paso de los años vamos perdiendo la capacidad de reír, pasamos de reír 300 veces al día de
niños a tan solo 15 cuando somos adultos; para recuperarla lo que se propone es comenzar riendo a carcajadas de forma programada un mínimo de 3 minutos al día, mínimo 3
veces por semana e ir aumentando progresivamente la frecuencia,
intensidad y duración.
En la presentación que os dejamos a continuación os enseñamos algunos ejercicios de fácil
realización para conseguir recuperar y mantener la facultad de reír y
convertirnos de esta manera en donantes de risa para que tanto nosotros
como los que nos rodean disfrutemos de sus efectos beneficiosos.
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