TENGO SOFOCOS, ¿QUÉ PUEDO HACER?

Esta semana hemos tenido varias consultas por sofocos así que ahí dejo este post.
¿QUÉ SON LOS SOFOCOS?
El sofoco se define como una sensación subjetiva y espontánea de calor, generalmente percibida en pecho, cuello y cara, a menudo asociada a sudoración, ligero aumento de la frecuencia cardíaca, palpitaciones y ansiedad. Suele durar entre 1 y 5 minutos, y su intensidad y periodicidad son variables. Sigue un curso recurrente, pudiendo interferir el descanso nocturno y ocasionando entonces fatiga, irritabilidad, disminución de la concentración y de la memoria, que alteran significativamente la calidad de vida.
Es la manifestación clínica más frecuente asociada a la menopausia. Se producen menos en muje¬res asiáticas. En nuestro medio los experimentan más del 50% de las mujeres, y hasta en un 30% de ellas pueden preceder a las irregularidades menstruales asociadas a la menopausia y a los cambios en los niveles de estrógenos. Tras la menopausia quirúrgica (que es aquella producida por la extirpación de los ovarios), la incidencia llega al 90% y suelen ser de mayor intensidad.
En la mayoría de las mujeres los síntomas suelen resolverse entre los 6 meses y los 5 años, aunque en un 25% persisten más de 5 años y en un 10% más de 10 años.
¿CUÁL ES LA CAUSA DE LOS SOFOCOS?
Siguen sin ser bien entendidos los mecanismos que los causan, pero suele aceptarse que las concentraciones disminuidas de hormonas (estrógenos) que se producen en la menopausia modifican la liberación de sustancias que determinan un ajuste más estrecho del centro encargado de la regulación térmica en el cerebro. En estas circunstancias, un pequeño incremento de la temperatura corporal desencadena una respuesta exagerada, con vasodilatación periférica repentina y transitoria, acompañada de sensación de sofoco y aumento de la temperatura de la piel.
Que los síntomas se produzcan de manera más intensa tras una menopausia quirúrgica refuerza esta teoría. Parece que la rapidez de la disminución de los niveles de hormonas puede ser más determinante que los valores absolutos. Esto explicaría algunos hechos contradictorios: no todas las mujeres sufren sofocos, en la mayoría acaban desapareciendo pese a la persistencia de niveles de estrógenos bajos, y su mayor frecuencia en la obesidad (a pesar del aumento de síntesis periférica de estrógenos en tejido graso).
Factores que aumentan la frecuencia de sofocos:
• Ambiente cálido.
• Sobrepeso y obesidad. Índice de masa corporal (IMC) ≥ 27.
• El consumo de tabaco incrementa el riesgo entre un 50 y un 68%.
• El ejercicio físico extenuante.
• Bajo nivel educativo y dificultades económicas.
• No se ha observado relación con situaciones de estrés emocional, comidas o bebidas calientes o especiadas, cafeína o alcohol.
¿Qué puedo hacer?
Algunas medidas que pueden ayudar a disminuir la frecuencia e intensidad de los sofocos son:
-Temperatura corporal: Disminuir la temperatura ambiente, el uso del abanico, ropas frescas, ingesta de bebidas frías, evitar comidas calientes o picantes, el café y el alcohol, aunque no disponen de evidencia científica parecen medidas razonables para evitar alcanzar el umbral que desencadena el sofoco.
-Ejercicio: El ejercicio moderado puede disminuir la frecuencia de los sofocos más del 50%. Se aconseja evitar el ejercicio intenso.
-Obesidad y tabaco: Dejar de fumar y bajar de peso ayudan a disminuir la frecuencia e intensidad de los sofocos.
-Técnicas de relajación: La realización de respiraciones profundas y pausadas es la técnica que dispone de más información. Puede producir mejorías significativas de hasta el 50%.
¿Puedo tomar algún medicamento? ¿Debo acudir al médico?
El único tratamiento que realmente ha demostrado reducir la frecuencia e intensidad de los sofocos es el tratamiento hormonal sustitutivo, no obstante, dada la gravedad de los efectos secundarios que se asocian a él (coronarios, cerebrovasculares, embolias, cáncer de mama) en la actualidad ha caído prácticamente en desuso, de todos modos siempre hay que evaluar de forma individual el balance beneficio/riesgo.
Disponemos de otras alternativas, aunque menos eficaces, y nunca exentas de efectos secundarios. Sería aconsejable consultar a su médico en caso de que los sofocos interfieran de forma importante en su calidad de vida y no mejoren hasta un nivel aceptable con las medidas comentadas anteriormente.
Espero que sea de vuestra utilidad. Un saludo.
Ana.

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