Cuando llega el calor y pican los mosquitos.

Con la llegada de las buenas temperaturas y más aún con el calor del verano casi todos nosotros vamos a ser víctimas de las picaduras. Si en nuestra anterior entrada nos referíamos a la mosca negra, hoy os vamos a hablar sobre picaduras más comunes, la del mosquito. O más propiamente dicho, la mosquita, porque quien realmente nos pica son las hembras, que lo hacen para chuparnos sangre con la cual aportan nutrientes para el desarrollo de sus huevos. Por curiosidad, si queréis saber si es macho o hembra el mosquito que ronda por vuestra terraza, si sus antenas son más largas y peludas será macho; por lo demás en color y tamaño son iguales.

Hábitos y costumbres de los mosquitos

Los mosquitos suelen habitar en zonas húmedas, necesitan el agua para su reproducción ya que es en ese medio donde depositan los huevos y se desarrollan las larvas . Las hembras se reproducen con mucha facilidad, varias veces a lo largo del año y suelen poner centenares de huevos cada vez. La metamorfosis del mosquito (su paso de larva o mosquito adulto) es muy corta.

La mayoría de ellos son de hábitos crepusculares o nocturnos, es decir, que cuando más riesgo corremos de ser picados es por la noche y en el atardecer y amanecer, aunque si vamos de excursión a zonas húmedas como el río,  lagunas, rieras... con abundante vegetación y sombras también corremos el riesgo de ser picados.

¿ Cómo controlar los mosquitos ?

Vigilar el agua estancada. Necesitan poca cantidad  para depositar los huevos (incluso en un recipiente con agua de la lluvia es suficiente) Las piscinas de las urbanizaciones, chalets, casas de campo son un hábitat habitual, antes de la llegada del verano, ya que  suelen estar descuidadas.

Los mosquitos tiene una serie de depredadores, es decir, otros animales que se alimentan de ellos o de sus larvas. Anfibios, como las ranas, las arañas, lagartijas, muchas aves y sobre todo los murciélagos se alimentan de mosquitos adultos; y en el agua, peces, algunos insectos y las libélulas. De esta manera nosotros podemos ayudar a combatirlos en cierta medida poniendo peces si tenemos un estanque en el jardín o con nidos para aves o murciélagos que deborarán a los mosquitos y sobre todo siendo respetuosos con el medio ambiente. En ocasiones, determinadas actuaciones nuestras van a eliminar a esos depredadores naturales lo que supondrá una sobrepoblación de los mosquitos y nos obligará al empleo de insecticidas químicos con  mayor perjuicio para la naturaleza.

¿ Cómo nos pican los mosquitos ?

Poseen una trompa alargada con unos afilados estiletes en su su parte más distal con los que perforan nuestra piel y consiguen llegar hasta alguna pequeña vena de donde chuparán la sangre. Para que esa sangre no se coagule en su saliva poseen un anticoagulante que es el responsable que tras la picadura se nos inflame y nos pique la piel.

Síntomas de la picadura

 En determinadas zonas geográficas, el mosquito, al chupar sangre de personas o animales y volver a picar a otra persona, le  puede transmitir algunas enfermedades (la malaria se transmite de esta  manera, por ejemplo) En nuestro medio las picaduras de los mosquitos no transmiten ninguna enfermedad, por tanto, el mayor problema es la reacción local que producen.

La lesión consiste en una zona enrojecida, inflamada y con picor. Con frecuencia, es fácil reconocer la zona de la picada porque suele aparecer como un punto más rojo o sobreelevado. La inflamación local puede ser más o menos extensa dependiendo de personas, del insecto  y de la parte del cuerpo donde recibamos la picadura. Habitualmente en 2-3 días desaparece la reacción inflamatoria, aunque en algunas ocasiones puede durar más días o incluso hasta dos semanas.

Repetidas picadas del mismo mosquito puede sensibilizar a la persona, de manera que posteriormente la reacción local sea más extensa. De todas formas, por lo que se sabe actualmente, quienes sufren reacciones locales intensas no son más propensos a sufrir alergia que aquellos cuya reacción es más limitada.

Tratamiento

Tras una picadura, lo primero que hay que hacer es limpiar bien la zona. 

El empleo de amoniaco sobre la picada, bien en gasas impregnadas, bien con productos de farmacia es una costumbre antigua y extendida aunque no hay estudios científicos que avalen su efectividad.

Aplicar frío localmente, ayudará a calmar la sensación de quemazón y picor.

Hay que evitar el rascado de la zona, ya que puede facilitar  la  infección  a la vez que favorecer que la zona de irritación local sea más amplia.

Si la lesión es muy extensa y/o pica mucho se puede tomar algún antihistamínico, así como localmente administrar alguna pomada de corticoide. De todas formas ésto sería en casos muy concretos.

Solo en caso que la reacción inflamatoria sea muy extensa o se sospeche que se haya producido infección en la piel se debe  acudir al médico. 

Prevención

En las  picaduras, mucho más eficaz que el tratamiento es evitar que nos piquen los mosquitos. Para ello, tendremos que intentar mantenerlos alejados de nosotros.

Cuando salgamos de  excursión y vayamos a zonas de riesgo, usar camisas de manga larga, el pantalón largo también nos puede proteger.

Las mosquiteras, especialmente en verano y otoño, en las ventanas de casa son efectivas. Comprobar que la malla no esté rota.

El empleo de repelentes es útil, para ello debemos utilizarlos de forma adecuada. En el anterior post sobre la mosca negra incluíamos una serie de consejos para aplicarnos estos productos de forma adecuada.

También existen productos naturales que actúan como repelentes de los insecto. La lavanda, por ejemplo, ahuyenta a los mosquitos así como a las moscas y otros insectos. También la melisa o citronela tiene propiedades medicinales. Aplicada sobre la zona de la la piel que ha sufrido la picadura puede aliviar los síntomas de ésta.

Esperamos que esta información os pueda ser de utilidad en este verano que  acabamos de empezar  y en el que os deseamos que podáis disfrutar al máximo. Feliz verano.