DOCTOR, ¿NO ME DA UN PROTECTOR?

"¿No me manda un protector?", "¿Debo de tomar protector con esta medicación?", "Doctor yo necesito un protector que tomo muchas pastillas". Son frases que los médicos oímos repetidamente en la consulta.
Con el aumento de la esperanza de vida y sobre todo con el incremento en el consumo de fármacos, el papel del mal llamado "protector gástrico" ha tomado un protagonismo injustificado. Muchas personas tienen la falsa creencia de que si toman un número determinado de fármacos deben asociar un "protector" para minimizar los efectos secundarios de estos. Se piensa que el tomar muchos medicamentos debe ir asociado inevitablemente a tomar un "protector" para evitar que estos nos hagan daño.
Con este post queremos recordar que estos fármacos no son en absoluto inocuos y que no deberían tomarse a la ligera. Cualquier medicamento debe ser siempre prescrito y supervisado por su médico.
¿Qué se entiende por "protector"?
Bajo este nombre se engloban numerosos medicamentos de los cuales el más importante y conocido por casi todos es el omeprazol. Es un medicamento que evita la formación de ácido en el estómago pues inhibe “la bomba de protones”, que es una estructura que se localiza en el estomago que se encarga de introducir moléculas en el mismo que permiten la formación de ácido.
Este ÁCIDO es NECESARIO para la DIGESTIÓN de los alimentos. Al bloquearse esa bomba el ácido no se forma.
En la actualidad el omeprazol es uno de los medicamentos mas consumidos y es uno de los medicamentos mas comunes en la automedicación. El uso del mismo se ha generalizado, muchas veces sin saber qué es exactamente lo que se está tomando ni para qué sirve.
¿Cuándo deberíamos tomar un "protector"?
Debería tomarse únicamente en aquellas ocasiones en que el médico nos lo prescriba. Es importante recordar que el "protector" es un medicamento más y que, como tal, no está exento de efectos secundarios, sobre todo si se toma durante largos periodos de tiempo.
Estos fármacos tienen unas indicaciones claras que deben ser respetadas, siendo el médico el que debe prescribirlo cuando esté justificado.
Es posible que lo necesite y su médico se lo haya prescrito si:
- Padece enfermedad por reflujo gastroesofágico (situación que se produce por el contacto del ácido gástrico con las paredes del esófago debido a un reflujo del mismo).
- Padece una afección en la que el estómago produce demasiado ácido, como es el síndrome de Zollinger-Ellison.
- Tiene usted úlcera de estómago.
-Como tratamiento erradicador de Helicobacter pylori, durante un periodo de tiempo definido y limitado.
-Si le han recetado antiinflamatorios y es usted mayores de 60 años, con enfermedad previa importante como diabetes, hipertensión arterial, problemas de corazón, cáncer o enfermedad hepática. O si ha sufrido hemorragias digestivas previas, úlcera de estómago o de duodeno. También si está en tratamientos con medicamentos que predisponen al sangrado, como anticoagulantes orales (Sintrom), corticoides, aspirina.
Lo recomendable es que se tome por la mañana en ayunas, nada mas levantarse y espaciado del resto de la medicación.
Está contraindicado en pacientes que hayan demostrado hipersensibilidad al medicamento en el pasado y no se recomienda el uso durante periodos prolongados superiores a 8 semanas, siempre bajo supervisión médica.
¿Tienen efectos secundarios estos medicamentos? V
Por supuesto que si, como cualquier medicamento.
-Dolor de cabeza, diarrea, nauseas y vómitos, mareo, insomnio.
-Su uso a largo plazo se asocia con hipergastrinemia.
-El uso crónico de inhibidores de la bomba de protones en pacientes infectados por Helicobacter pylori se ha asociado con gastritis atrófica y metaplasia intestinal (no en pacientes sin H. pylori).
- En algunos estudios se han comunicado asociaciones con aumento del riesgo de osteoporosis y fractura de cadera, así como de diarreas por Clostridium difficile, o disminución del efecto antiagregante del clopidogrel.
-Parece demostrada la asociación entre el uso crónico de estos medicamentos y el aumento del riesgo de sufrir neumonía. También se ha comprobado un aumento del riesgo de déficit de vitamina B12.
Así pues...
Los medicamentos nunca deberían tomarse sin la supervisión de un profesional y este caso no es una excepción. Deberíamos dejar de utilizar el nombre de "protector" pues puede generar confusión en cuanto a sus bondades. Como siempre antes de automedicarnos deberíamos consultar con el médico.

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